La puesta en valor del INIFTA sigue a toda marcha

El vicepresidente Académico de la Universidad Nacional de La Plata, Fernando Tauber, visitó las obras de puesta en valor y readecuación del histórico edificio del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA), un centro de excelencia, emplazado en el predio del Polo Científico -Tecnológico ubicado en el boulevard 120 entre 60 y 64. También aprovechó la jornada para recorrer el avance del nuevo edificio de aulas y laboratorios de la Facultad de Ciencias Veterinarias, que se ubica en el sector del Grupo Bosque Este.

En la recorrida inicial por el INIFTA estuvo acompañado por el decano de Exactas, Mauricio Erben, y el director del Instituto, Félix Requejo, y el equipo de arquitectos y técnicos que llevan adelante la dirección de las obras.

Cabe recordar que el año pasado el vicepresidente Tauber firmó un acuerdo que establecía que el entonces ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, a través del Programa Federal Construir Ciencia, destinaría cerca de 5 millones de dólares para su recuperación integral y funcional.

Finalmente, con el cambio de gestión a nivel nacional, ese financiamiento se hizo efectivo en poco menos del 10% de lo comprometido, de manera que ahora es la UNLP la que garantiza la continuidad de los trabajos con recursos propios.

Al respecto, el vicepresidente Tauber destacó que “nuestra casa de estudios está haciendo un gran esfuerzo desde lo estrictamente presupuestario para lograr que no se paralice la puesta en valor de este emblema de la ciencia para la región. Día a día gestionamos y administramos nuestros recursos de la manera más eficiente para la que Universidad siga creciendo”.

“Esta obra permitirá que nuestros investigadores trabajen con las comodidades y el equipamiento necesario que necesitan para el desarrollo de sus tareas”. Y agregó: “nuestra universidad tiene un perfil científico claramente definido, y es fundamental contar con estos espacios para optimizar el desarrollo tecnológico”, concluyó Tauber.

El INIFTA es un emblemático edificio de 5.373 m2, que se levanta en diagonal 113 y 64 y fue construido en la década del ‘60. Es una institución pionera abocada al estudio de problemas de investigación científica básicos y aplicados en el campo de la química, en general, de la fisicoquímica, en particular, y actividades de asesoramiento y extensión.

Sus actividades son apoyadas por UNLP y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET), a través de un convenio de asociación entre ambas instituciones. Además, se llevan a cabo trabajos de investigación con el apoyo de otras instituciones a nivel nacional e internacional. Actualmente, 240 docentes e investigadores desarrollan tareas de investigación básica y aplicada en el campo de la Fisicoquímica y disciplinas afines.

Desde la secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios de la UNLP explicaron que “la obra de recuperación integral del INIFTA es compleja por tratarse de un edificio de gran dimensión, sumado al hecho de ser un inmueble que ostenta soluciones constructivas y tecnológicas casi experimentales para su época, pero hoy largamente perfeccionadas y sistematizadas por la industria”.

La obra de restauración integral involucra la recuperación general de toda su envolvente, la impermeabilización de cubiertas, reconstrucción de paramentos, recambio de carpinterías y elementos metálicos de fachada, reubicación de equipos de aire acondicionado, limpieza, pintura y protección contra aves.

Además, se realizará una redefinición de locales y recuperación general de construcciones y acabados internos: desmonte y construcción de tabiques, recambio de pisos, reemplazo de cielorrasos, tabiques divisorios, moviliario y pintura.

También se ejecutarán trabajos de renovación de núcleos sanitarios (baños y office) y renovación general de instalaciones troncales y periféricas: eléctricas, iluminación, sanitarias, termomecánicas y datos.

Como complemento de las tareas de puesta en valor, surgió la necesidad de adecuar su lógica funcional interior, ya que el edificio fue concebido con características técnicas y funcionales “de avanzada” para su época, pero las dinámicas constantes de las diferentes disciplinas ameritan una redefinición integral de los sitios de trabajo. Por ello, es prioridad incluir en esta tarea la refuncionalización de los diferentes espacios de trabajo de manera que puedan brindar condiciones óptimas para las demandas contemporáneas, re-zonificando el edificio para alojar adecuadamente los espacios de trabajo, investigación, oficinas para investigadores, oficinas para becarios, talleres de apoyo y administración.

Aulario de Ciencias Veterinarias

Durante la jornada, Tauber se trasladó a la Facultad de Ciencias Veterinarias para seguir de cerca el avance de los trabajos de la primera etapa del nuevo aulario y laboratorios junto al decano, Marcelo Pecoraro.

El futuro complejo edilicio permitirá incrementar sensiblemente la infraestructura destinada especialmente al dictado de clases teóricas y prácticas, mejorando los procesos de enseñanza e investigación.

La nueva pieza arquitectónica, lindante con la Biblioteca compartida con la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, se posará en donde hoy existen edificaciones construidas en distintos periodos, con muy baja resolución técnica y arquitectónica, mediando entre la plaza central de la Facultad y la plaza que separa a ésta del edificio central de Agrarias.

Por tales motivos, “el proyecto prevé una serie de etapas de demolición de pre-existencias y construcción de nuevas etapas de manera sistematizada y secuencial de modo de permitir el realojamiento de las actividades que allí se ubican”, según explicaron en Obras.

La etapa 1 del proyecto, hoy en construcción y desarrollada en planta baja y dos niveles superiores, contiene “áreas administrativas, aulas laboratorio, aulas comunes y un auditorio que se traducen en casi 600 m2 de superficie nueva interior, junto con unos 200 m2 de urbanización y renovación de áreas exteriores en la periferia de la planta baja y sus accesos, de modo de garantizar una franca articulación con el sistema de espacios públicos de la Facultad”, detallaron los arquitectos.

Tauber destacó el crecimiento que ha experimentado esta facultad en los últimos años: “hemos logrado remodelar y poner en valor el Hospital de Grandes Animales, ampliar el Bioterio, y mejorar las condiciones generales de infraestructura de otros laboratorios y dependencias. Ahora vamos a sumar casi 2.500 metros cuadrados para que los alumnos y docentes de esta casa cuenten con más y mejor infraestructura para sus actividades académicas y de investigación”.

Por su parte, Pecoraro destacó: “nuestra facultad de una de las más antiguas de la Universidad de La Plata, por eso poner en valor sus edificios, reconstruir el patrimonio arquitectónico y sumar nuevos complejos edilicio representa un gran aporte no sólo para nuestra comunidad sino para toda la ciudad de La Plata”.

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