La UNLP suma un telescopio de última generación para observaciones astronómicas

Con la finalidad de invertir para potenciar las capacidades de investigación en nuestro país, la Universidad Nacional de La Plata gestionó la adquisición de un telescopio de última generación que será instalado en el Complejo Astronómico El Leoncito (CASLEO), un centro de referencia científica nacional e internacional.

El CASLEO, ubicado en el departamento sanjuanino de Calingasta, al pie de la Cordillera de los Andes, es un organismo de cuádruple dependencia que comparten la UNLP, el CONICET, y las Universidades Nacionales de San Juan y Córdoba.

El Doctor en Ciencias Astronómicas y director del CASLEO, Sergio Cellone, detalló que “se trata de un telescopio robotizado de 1,20 m de diámetro que permitirá renovar el servicio que brinda el Complejo Astronómico a la comunidad científica, donde astrónomos de todo el mundo llevan a cabo sus programas de observación”.

Este moderno equipamiento llegará a la UNLP luego de las gestiones encabezadas por el vicepresidente Académico, Fernando Tauber, quien a lo largo de los últimos meses mantuvo una serie de encuentros con el ministro de Ciencia Tecnología e Innovación de la Nación, Daniel Filmus, en busca de financiamiento para diferentes áreas de investigación en el marco del Programa Nacional Equipar Ciencia.

Este equipamiento es la adquisición económica y científica más importante que se haya realizado desde la inauguración del Complejo en el año 1986, cuando se instaló allí el primer telescopio reflector de 2,15 metros de diámetro, el mayor existente en la Argentina, bautizado Jorge Sahade en honor al científico que impulsó la instalación de este centro. Cabe destacar que en aquella oportunidad la UNLP destinó todo su presupuesto del área de Ciencia y Técnica para adquirir ese telescopio.

El nuevo equipamiento consiste en un telescopio reflector tipo Ritchey-Chrétien de 1.2 m de apertura, que permitirá realizar observaciones remotas y llevar a cabo relevamientos observacionales en las bandas del espectro óptico e infrarrojo cercano.

El Leoncito permite a los investigadores, además de las observaciones en territorio, operar el viejo telescopio de manera remota en tiempo real. La ventaja de la nueva tecnología adquirida es que al ser un instrumento robótico, permitirá a los científicos programar su funcionamiento.

El nuevo telescopio (que aún no ha sido bautizado) posibilitará realizar trabajos complementando al Jorge Sahade, que  seguirá funcionando para proyectos puntuales. Cellone explicó que, “en el mundo está cambiando el paradigma de la astronomía; los telescopios grandes sirven para detectar fuentes nuevas como núcleos de galaxias, estrellas variables, y luego se usan telescopios menores para hacer seguimientos de esos descubrimientos.

El sitio seleccionado para su instalación es el cerro Burek, ubicado en el Complejo, a un kilómetro en línea recta del telescopio mayor y a 7 kilómetros por camino de montaña.  Es interesante destacar que este lugar había sido seleccionado en un principio para instalar el telescopio mayor, pero no fue posible dado que no existían los caminos y el lugar era inaccesible. En la actualidad, este emplazamiento cuenta con condiciones astrometeorológicas favorables, amplio espacio disponible, y los recursos e infraestructura necesarios para garantizar una instalación rápida y precisa.

Para poder realizar observaciones astronómicas en el CASLEO los científicos de todo el mundo deben inscribirse en los dos llamados anuales a propuestas de investigación: un Comité Científico de Usuario constituido por dos representantes de cada institución que conforman el Centro las evalúa, para posteriormente adjudicar la cantidad de horas y fecha  en que cada proyecto científico utilizará el telescopio.

El CASLEO en detalle

Cabe recordar que este Complejo, que fue visitado en el mes de marzo por el presidente de la UNLP, Martín López Armengol, es el más importante de la Argentina. Además, el Jorge Sahade es el telescopio más grande 100% perteneciente a un país sudamericano. Cada año cerca de 80 investigadores y tesistas, tanto argentinos como extranjeros, participan de propuestas de observación con los telescopios. Además, las observaciones obtenidas en el CASLEO han dado lugar a más de 100 tesis universitarias de grado, de maestría y de doctorado, así como a más de 1200 publicaciones científicas, la mitad de ellas en revistas internacionales con referato.

Cerca de 10.000 visitantes por año son recibidos en sus instalaciones en Calingasta para mostrarles las características técnicas de los equipos y el trabajo que con ellos se lleva a cabo. Las visitas guiadas tienen una duración aproximada de 30 a 40 minutos y en ellas se pueden conocer algunas de las instalaciones del observatorio, el telescopio “Jorge Sahade”, y recibir una charla explicativa.

El Complejo dispone de una capacidad de alojamiento para unas 50 personas; lo que incluye al personal técnico, administrativo, de mantenimiento, cocina y limpieza afectado a las tareas en la montaña y a los investigadores que asisten a su turno de observación. Las instalaciones cuentan con comedor, sala de reuniones, una sala de recreación para el personal, oficinas administrativas y 26 habitaciones dobles con baño privado. También dispone de internet, conexión telefónica y televisión.

Las necesidades técnicas están cubiertas a través de talleres de mecánica de precisión, de metalurgia y para vehículos, laboratorios de electrónica, óptica, y computación, y otras dependencias necesarias para la actividad técnica y astronómica que se desarrolla en el Instituto.

El Complejo se encuentra a 2.552 metros sobre el nivel del mar, en las estribaciones occidentales de la Sierra del Tontal, en el llamado Parque Nacional El Leoncito, una reserva natural de 70.000 hectáreas, que garantiza la preservación de la calidad de su cielo.

Está ubicado en la precordillera de San Juan, en una zona que tiene por año  más de 250 noches despejadas, lo que la hace ideal para el estudio de la esfera celeste. Las noches en El Complejo Astronómico El Leoncito, además de su baja nubosidad, suelen ser calmas en cuanto al viento se refiere. Por su parte, la atmósfera es en general diáfana y exenta de contaminación lumínica y el contenido de vapor de agua, que puede afectar en las observaciones, es escaso.

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